sábado, 1 de mayo de 2010

Significado del Otà o Piedra

Las representaciones de los Ochas y Orichas son efectuadas por medio de piedras a las que se les llaman otaces (una sola es llamada ota y no OTAN como se esta pretendiendo deformar este vocablo).
Estas representaciones se han realizado coincidentalmente con el concepto ya establecido actualmente por la ciencia moderna que: en el mundo en que vivimos todo esta impregnado de energía; que permanecen alojadas en los poros, se entiende que existen variadas fuerzas energéticas, entre las que se encuentra la energía espiritual que en ciertas y determinados estados se une a otras fuerzas complementando de esta forma, una característica especial en una piedra; de ahí que no todas las piedras puedan ser consideradas aptas para tales representaciones. La Teoría Atómico molecular plantea: que los cuerpos en su totalidad están compuestos por partículas y estas poseen poros y estos están ocupados por lo que generalmente se conoce por éter cósmico, los cuales son de distintas clases que lo ubica con una característica propia y distinta a otros elementos de similar categoría, lo cual los clasifica con una determinada condición.

La energía espiritual, esta compuesta por la esencia espiritual (ánima) de seres humanos ya fallecidos que se agrupan identificándose con una entidad superior a la que responden, de ahí que una ota corresponda a una entidad especifica por tener en sus poros ánimas seguidores de un Osha u Oricha en común.
Los Orichas y Ochas son las diversas manifestaciones que tiene Olodumare (Dios Padre) para manifestarse entre nosotros, de ahí la existencia de Chango, Obatala, Oshun, Yemaya, Elewa y el resto de Ochas y Orichas conocidos en el globo terráqueo.






La acumulación de las entidades espirituales (ánimas) que han de energizar una piedra determinada se produce por el hecho de que esas ánimas coinciden en su totalidad con el tipo de manifestación que Olodumare tuviera a bien expresar en un momento determinado.
En Ifa-Ocha a estas proyecciones que identifican una comunidad de ánimas con un Ocha u Oricha determinado, se le conoce como que una persona es hijo del santo tal, así Obatala tiene un sin numero de ánimas que corresponden a este Ocha, porque son hijos de ese santo, exactamente sucede con el resto de Ochas y Orichas existentes.

Una ota, esta cargada de un sin número indeterminado de ánimas comunes al mismo santo, la cual nunca manifiesta la suma total de la energía acumulada de las ánimas que la integra, porque de hacerlo haría que el cuerpo humano no pudiera soportar el caudal total de las mismas haciéndolo explotar, por lo que entendemos que ningún ocha ni oricha baja en el cuerpo o a la cabeza de algún mortal y si creemos que el que, se posesiona es un ser de los que contiene la ota correspondiente a un ocha determinado, o algún espíritu protector del poseído que se presenta con las mímicas y movimientos corporales similares al Osha u Oricha al cual pertenece.

Los otaces tienen sus sitios para ser escogidas para después determinar a qué Osha u Oricha corresponden; el lugar ideal es el mar, porque la composición molecular de este así como el de la arena, limpia y purifica a las ánimas que desde éste elemento sea adquirida; otros sitios son en los lugares que correspondan a los sitios donde acostumbre permanecer el Oricha que se busca. Por ejemplo a Obatala, independientemente que puede ser adquirido en el mar como ya dijimos, puede también ser encontrado en la cima de una altura, o al pie de esta, o alrededor de una Ceiba, que es donde también pueden ser encontrados todos los Orichas u Ochas; a Chango además de hallar su ota en el mar como ya hemos señalado, se le puede adquirir al pie de una Ceiba, de una palma, de un algarrobo, de una mata de plátanos, y se procede con los demás Orishas de igual manera teniendo conocidos los hábitat de cada uno de los que se solicite.

Cuando se le adquiere, se requiere la purificación de las ánimas que están en las otaces por ser muchas ellas seres oscuros; para ello se recurre al uso de ciertos y determinados elementos capaces de aumentar sus fuerzas energéticas depurando muchas de las cargas negativas que estas entidades espirituales posean que han sido obtenidas por acciones negativas realizadas a su paso por la vida, y que al abandonar este plano terrenal y llegar a los pies de Olodumare este los confinara a permanecer cierto tiempo enclaustrado en una piedra para expiar sus malas acciones pasadas. Ya liberado de los males que arrastraba, esa ánima alojada en la ota, ha obtenido una energía especial que le permitirá darle mucha ayuda, protección, pureza y evolución espiritual a la persona a la que le haya sido impuesta (coronada); luego serán estos seres y los espíritus protectores del iniciado los que conjuntamente saldrán en representación del Ocha u Orisha correspondiente a aplicar sus poderes energéticos para el logro de las peticiones que se le hayan efectuado con la ejecución de las prácticas religiosas previamente pedida por esta entidad.


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